sábado, 22 de julio de 2023

Presunto culpable

Me deslindo. Yo no tuve nada que ver, lo prometo. Acaso haber sido testigo de lo que ocurrió, pero nada más. ¿Se puede culpar a alguien por mirar? Es cierto, pude voltear a otro lado o alejarme, y no lo hice.  ¿Eso me hace cómplice?

Es claro que ella lo hizo todo. Basta mirarla para saber que no ha dormido bien en meses. Quien no la conozca dirá que algo la atormenta, que su insomnio se debe más bien a algún remordimiento. Se equivocan. Yo la vi: lo disfrutó.

No tuve nada que ver, pero vi. Por eso puedo decirles que ella lo hizo todo: se levantó todas las mañanas para ir a la escuela y se desveló innumerables noches para hacer tareas, planeaciones, material didáctico. Fue estudiante, maestra, esposa, amiga, hija, hermana, tía, compañera, luz, mariposa, feminista.Y entre sus múltiples rostros nunca perdió su identidad ni su objetivo.

Hago esta confesión tardía con el único afán de aclarar las cosas: soy inocente. Fue ella. Siempre ha sido ella.

Hela ahí, feliz, como si nada.